rumiar
triunfo inobjetable del insomnio
rumio
una sonrisa pasada
un paraíso perdido
los rostros que una vez
fueron amables
rumio
una voz
un perfume
una canción perdida
entre las neuronas
que las guardan
porque saben el efecto
que provocan
rumio
hasta el futuro
que se esconde
y sólo muestra su cola
de demonio
quisiera probar
nuevamente las plantas
de los dioses
antes que las bestias
y su cómplices
lobos con cabezas de hidra
o analfabetas con dientes de pólvora
terminen de hurtarlas
quisiera
un sueño de opio
de hash
la mezcalina
la producen
mis glándulas endócrinas
y dormitar con los fantasmas
aunque sean espejos
cóncavos
convexos
los día felices
con qué se miden
cuál es la medida de unidad
o qué tanta felicidad
lo que eso sea
o lo que más se le parezca
cabe en una vida
o falta
torpe para acomodarla
como si fuera en un jarrito
rumio
un dolor
pues aquél no existe
sin éste
y va de la piel hacia adentro
y de regreso
el hueso guarda el espíritu
cómo salir de este no ser
porque no sé hacer
el duende asexuado
y como yo
hasta la madre
explica
usted señor
está en forma
ahora
como en su juventud lejana
bebe solitito y su alma
una botella de alcohol hasta el fondo
eso es virtud
o desgracia
usted es señor
demasiado inteligente
para ser velador
vendedor
cartero
de entregar
y de escribir
mesero
plomero
cerrajero
oficinista
usted es señor
demasiado ignorante
para ser abogado
policía
soldado
contador
ingeniero
arquitecto
doctor
profesor
de seguro se fijó
que las puse en orden de importancia
usted señor
es demasiado pendejo
para ser diputado
senador
alto burócrata
chofer
se extravía
hasta en su recámara
o candidato
perdió su oportunidad
cuando desdeñó su profesión
de administrador de empresas
pinta un cuadro
con un arco de violín
y quiere componer
una canción
con pedazos de paisaje
pretende cantar con los ojos
e insiste que lo escuchen
lo que es más grave
danza con muletas
o en silla de ruedas
se tropieza
con su sombra
y da vuelta prohibida
en la recta de la autopista
se baja
a medio camino
cuando casi amanece
usted señor
recuerda la materia
que reprobó
y se para en el filo
del día noche
y siempre camina
hacia las tinieblas
quién puede querer
la compañía de alguien así
además señor
usted ríe con las tragedias
y llora con las comedias
descubre al escorpión
con sólo otear
y al ángel
con sólo sentir su brisa
usted señor
no tiene dinero
para detenerse en la cantina
a consultar el oráculo
porque en su ojos se adivina
que de la vida está harto
y eso no puede ocultarse
además de ser pecado
pero tenga cuidado
los suicidas
reencarnan
la abuela
finalmente no fue completamente mala
y los miedos
no pueden ser absolutamente inútiles
hiram torres
No hay comentarios:
Publicar un comentario